Ramos Allup: "SI CON ESOS RESULTADOS (8D) CONVOCAMOS UNA
CONSTITUYENTE, ESTAMOS MUERTOS"
"Algunos
promueven la constituyente para dárselas de radicales y dejar a los demás como
pacatos", señaló el líder del partido Acción Democrática.
Ramos
alerta que "algunos están atrapados en el electoralismo" (Archivo)
ELVIA GÓMEZ | EL UNIVERSAL
El estilo discursivo de Henry Ramos Allup, siempre
sin ambages, expone rápidamente lo que para él es una tarea impostergable de la
Unidad Democrática: los miembros de la alianza deben hacer un ejercicio de
sinceridad, de lo contrario no será posible establecer una estrategia coherente
para ganar elecciones contundentemente.
Señala a Leopoldo López y a María Corina
Machado de propiciar proyectos paralelos a la MUD y menciona "la propuesta
absolutamente irresponsable" de plantear una constituyente (remitido
7/12/2013) antes de haber contado los votos del 8D, lo que era "de una
prudencia elemental".
"Si con esos resultados (8D) convocamos una constituyente estamos muertos.
¿Quién iría a firmar con la experiencia de las listas Tascón y
Maisanta?, y mientras estamos en eso, el Gobierno, por decreto, bien podría
convocar una asamblea constituyente estableciendo las reglas del sistema
electoral, de concurrencia, número de diputados, etc. Pero lo que más molesta
es que estén promoviendo la constituyente, la enmienda, o lo que sea, para
dárselas de radicales o extremistas y dejar a los demás como remisos o como
pacatos. ¿Por qué no salen a recoger firmas a
ver quién los respalda?".
-¿Cuál es su interpretación del resultado del 8D?
-Los resultados tienen una sola lectura. Aunque muchos tuviéramos reservas con
el término de plebiscitar la elección, quiero interpretarlo como un recurso
extremo para estimular la participación, lo que no se logró. Todas las
encuestas reflejaban un nivel de abstención mucho más alto en la oposición que
en el bloque gubernamental y esa estrategia era un buen argumento. Como toda
apuesta a resto, se gana o se pierde todo y el Gobierno ha utilizado eso para
decir que ganó el plebiscito porque ganó en alcaldías y en voto popular. Según
el CNE, con un número mucho mayor de electores, Capriles perdió (14A) por 1,4
puntos, unos 220 mil votos. Pero ahora, con muchos menos electores, la
oposición perdió por 9 puntos, unos 900 mil votos. Salimos peor. Hubo triunfos
significativos: el de Barinas, por lo emblemático; el triunfo en Iribarren
(Barquisimeto), en Valencia, aunque allí, por las planchas paralelas que
auspiciaron Cocchiola y Scarano, se perdieron tres concejales, es decir, la
mayoría en la cámara municipal. Otro triunfo importante es Maturín, aunque hay
que reconocer que el chavismo fue dividido. Hay otras "victorias" tan
importantes como conservar la Alcaldía Metropolitana que se gana por un margen
más estrecho con los votos del Este, porque en Libertador tuvimos un resultado
muy malo. Y se ganó en Maracaibo, más estrecho.
-Henrique Capriles también expresó su molestia con Leopoldo López. ¿Eso se
abordó en la reunión de ayer (lunes) en la Mesa?
-El tema se tocó, pero los que han debido aclarar el tema, los que firmaron (el
remitido en la prensa), que son María Corina y Leopoldo, no trataron para nada
el tema. Incluso, emplazados directamente por Roberto Enríquez y Cristóbal
Fernández Daló, ellos no se dieron por aludidos y eso quedó en el aire. Ahora,
si con temas tan gruesos como esos, que significan posiciones adelantadas, no
debatimos las reuniones no van a llegar a nada.
-¿No se hizo ninguna evaluación autocrítica?
-No. Ayer el tema fundamental fue la concurrencia de los alcaldes (hoy a la
reunión con Nicolás Maduro). Todos estuvimos de acuerdo en que concurrieran y
que mantuvieran una postura muy digna, que no hubiese precondicionamientos, que
se respetara la Constitución y sus competencias y en el caso de alcaldías donde
ya se anunciaron "protectores" que no acepten autoridad paralela.
-Capriles no descarta propiciar otra medición electoral antes de las
presidenciales de 2018. ¿Qué opina?
-Primero veamos cómo nos ha ido en los últimos cuatro procesos. ¿Nos ha ido
bien, regular o mal? Pero hay que ver con objetividad, no partir de fantasías. ¿Con estos resultados se puede promover una enmienda,
un revocatorio? ¿Se puede promover una constituyente? Yo creo que no. Estamos
promoviendo soluciones como si le hubiéramos dado un nocaut electoral al
Gobierno.
-¿Comparte que a la MUD hay que depurarla?
--Mira, yo creo que antes de que se haga algo con la Mesa primero hay que hacer
un ejercicio de sinceridad. Allí hay partidos e individualidades que están
pensando en la Presidencia y hay proyectos de partido que están pensando en
sustituir la hegemonía de Chávez por otra y eso no se lo va a calar nadie. Cómo
se puede trabajar de manera unitaria si ni siquiera somos sinceros en la
autocrítica, es imposible. Cuando uno aluda a alguien en la Unidad -eso no
significa agredir- por una conducta política o de otro tipo, pues esa persona
debería contestar y no escurrir el bulto. En cuanto a la inclusión, debemos
hablar con el mayor número de organizaciones, no participando en el día a día
de la Mesa porque no se les puede exigir que estén en el mismo plan de los
activistas políticos, pero sí que consultemos de manera más fluida a otros
sectores de la vida nacional como las universidades, los gremios, los
sindicatos, etc.
-¿Quien no esté con la línea democrática,
pacífica, constitucional y electoral no debe estar en la Mesa?
-No debe estar ahí. Si hemos escogido esa línea el que crea en otras salidas
que las promueva y que corra con las consecuencias. A lo mejor los
equivocados somos los que creemos que, no obstante que sea la vida más
compleja, más accidentada, más riesgosa, es la que estamos ensayando. Los que se estén dejando calentar la oreja por
sectores militares o plutocráticos sobre la eventualidad de una salida de facto
que se dejen de fantasías, porque aquí no va a haber ningún golpe militar para
que gobierne ningún civil.
-El 8D ratificó la dicotomía socioeconómica
ricos-pobres en el apoyo electoral.
-Es que eso de discriminar que si las grandes y las pequeñas ciudades... mira,
el voto de un campesino, de un peón andino, de un pescador oriental, vale tanto
como el voto de un habitante de clase media o alta, porque los votos no se
pesan, ¡los votos se cuentan! Y para los que ya están pensando en sus
candidaturas presidenciales, que entiendan que tienen que ir más abajo, porque
allí estamos fallando. En cada elección le facilitamos al Gobierno el argumento
de pobres contra ricos, de Este contra Oeste, de aristocracia contra pueblo. Aristocratizar el ejercicio de nuestra actividad
política nos va a traer cada día peores resultados. Nosotros no contábamos con
esas medidas que tomó el Gobierno contra el desabastecimiento y contra la
especulación, que tuvieron una enorme incidencia en los resultados electorales,
porque pareciera que el Gobierno tiene asesores a quienes se les está moviendo
el coco. Pero en medio de esas medidas hubo algunos necios en la
oposición que en vez de culpar al Gobierno por haber distribuido mal los dólares
preferenciales para que se produjera toda esa especulación, salieron a defender
a los comerciantes que especulaban. Esos que
tienen todavía el paquetazo metido en la cabeza, que si el libre mercado, que
si el liberalismo y que si la economía sin regulaciones trae la prosperidad y
la felicidad general, como que se les olvidó lo que le pasó al gobierno de CAP.
Los economistas que se dediquen a lo suyo, porque cada vez que le hacemos caso
a los economistas terminamos poniendo la torta política.